Porque hay cosas que nunca se olvidan

Este corto español, rodado en italiano en un pueblo de Segovia, ha conseguido trescientos premios en año y medio, lo que lo convierte en la obra de este formato más premiada del mundo. Además de la mencionada nominación a los Goya, ha sido preseleccionado para los Oscar y se ha llevado estatuillas en festivales tan diversos como Tokio, San Sebastián, Berlín, Los Angeles, New York, Delhi, Lund, Londres, Edimburgo, Buenos Aires, Río, Lisboa, Austin, Estambul, Sydney, entre muchos otros.

Como podréis observar a continuación, la historia de ‘Porque hay cosas que nunca se olvidan’ es sencilla, pero conecta de forma inmediata y sumamente efectiva con los espectadores y críticos. La aparición estelar de los futbolistas italianos Fabio Cannavaro y Amedeo Carboni, completa su popularidad. Figueroa logra una bonita fotografía y una encantadora ambientación de época. Pero cuando digo «encantadora» no implico ñoñería o ingenuidad, pues al corto no le falta el punto de picardía, o incluso auténtica maldad, que cautiva y hace reír a quienes lo ven.

Comentarios